Por Guillermo Alvarez
Se expande como virus por toda la nación y comienza su inoculación por los bolsillos de ingenuos perseguidores del “sueño americano”: convertirse en dueños de su primera casa. (Después generalmente viene adquirir un auto nuevo y mantener un trabajo estable con una buena remuneración).
Para muchos fue así, pero una gran mayoría luego de hacer sus inversiones amaneció con las primeras luces de un fraude hipotecario que los hizo levantarse de la cama mas temprano de lo acostumbrado y bajo la amenaza de perder el techo por el que tanto lucharon y los cobijo hasta entonces.
Las causas?, primero, un aumento inesperado de las tasas de intereses en los prestamos bancarios, en transacciones no aprobadas definitivamente, mientras quienes invirtieron en el negocio –uno de los mas lucrativos de todos los tiempos en los Estados Unidos --, se han visto prácticamente en la calle sin tener adonde ir.
Segundo, un descenso insospechado en los precios de las viviendas, por lo que aquellos que adquirieron una propiedad por $300,000, a modo de ejemplo, al bajar a $200,000, --digamos--, de momento se vieron pagando por ella lo que ya no era su valor real. Y mientras algunos dejaron de pagar sus hipotecas, a la espera de una solución de sus acreedores, otros convinieron en abandonar las moradas, entregándolas para su reventa a las mismas compañías con la cual las adquirieron.
Así igualmente, como sembrados en los jardines de flores o lo más cerca posible de las aceras, empezaron a aparecer carteles con los anuncios de “FOR SALE” (en venta), por los propios propietarios o por las mismas compañías que los involucro en la transacción.
Para nadie es ya un secreto que la actual “crisis financiera” que atraviesa el país, la comenzaron en el 2010 las industrias hipotecarias ( que junto con la del “Porno”, fueron las que ganaron mas millones de dólares en sus negocios respectivos).
La primera, ya se sabe, la segunda, vendiendo sexo a otros no menos “cándidos” clientes. Pero como este es un país democrático, donde muy pocas cosas son ilegales o están prohibidas, cualquier brillante inversionista se hace rico de la mañana a la noche con un servicio bien desarrollado. Y esto ocurrió con las actividades financieras.
Al bajar la economía y perderse millones de empleos, las personas que quedaron sin los suyos no pudieron pagar sus “mortages” (amortiguamientos mensuales), las formas acordadas. La Florida fue precisamente el Estado con más ejecuciones financieras. No el único, porque a este le siguieron California, Arizona y Nevada.
Y aunque se espera que las modificaciones de préstamos ayuden a algunos propietarios a mantener sus viviendas, las altas cifras de ejecuciones probablemente aumenten el inventario de estas a la venta cuando los prestamistas intenten salir de ellas, lo que pudiera contribuir a una mayor depresión de los precios. El pasado mes de octubre subió la venta de casas en 1.4%, pero aun así continua siendo lenta la recuperación de esta industria.
Mientras tanto la pregunta es: comprar o no comprar?, como en el monologo de Hamlet en vez de, “to be or not to be”. That is e question. Como en las viejas películas de gánster: el crimen no paga. Y los bancos no pierden.
Feliz Navidad
